Compatibilizar el estudio de la oposición con circunstancias externas como una familia o un trabajo, no es sencillo. Sin embargo, hay personas que consiguen llegar a la meta de aprobar, tras un largo camino de sacrificio y esfuerzo al que hay que sumarle una magnífica planificación.
Tras recibir muchísimos mensajes sobre el anterior post, he decidido escribir una segunda y una tercera parte con más historias inspiradoras. Además, esta vez, les he preguntado por detalles como su método a la hora de planificarse, algo por lo que siempre me preguntáis.
Espero que, de nuevo, os sean motivadoras estas experiencias y que os ayuden a seguir creyendo que es posible conseguirlo.
Opositor, aprobó con 39 años y con hijos
«Yo aprobé con 39 años después de llevar 20 años vendiendo electrodomésticos.
Cuando me empecé a preparar la oposición, mi mujer trabajaba a jornada partida: salía de casa a las 8 de la mañana y regresaba a las 9 de la noche. Yo me hacía cargo de llevar a los niños al colegio, recogerlos a mediodía, darles de comer, volver a llevarles al colegio, recogerles por la tarde, llevarles a las actividades extraescolares y, entre unas y otras, estudiar.
Planificación y forma de estudiar
Yo iba dos días a la semana, 2 horas a la academia. Y luego estudiaba los ratos que me quedaban libres. Por ejemplo, entre las 9 que dejaba a los niños en el colegio hasta las 12 que los recogía. Luego otro rato desde las 15.30 a las 17 que les dejaba y les volvía a recoger del colegio.
Mi forma de estudiar era leer, subrayar, pasar a la libreta lo que había subrayado y luego lo pasaba a Word para aprovechar y practicar la mecanografía.
Y sobretodo, hacer todos los tests que caían en mi manos. Hacer los tests como si fueran exámenes, sólo y con cronómetro para llegar el día del examen sin presiones por falta de tiempo.
Sprint final
Dos semanas antes del examen, me fui a casa de mi padres para dedicarme únicamente a estudiar y, sobretodo, a dormir. Esas 2 semanas me acostaba a las 10 de la noche y me levantaba a las 9 de la mañana. Y luego siesta de 2 a 4 de la tarde. El resto del tiempo a la biblioteca a hacer tests.
Me empecé a preparar en mayo de 2010, y en noviembre de ese mismo año me quedé el 64 de 62 plazas de Auxilio Judicial en la Comunidad Valenciana.
En febrero de 2011 quedé el 69 de 180 plazas de Tramitación en Comunidad Valenciana.
Motivación
La necesidad es por encima de todo la principal motivación. Cuando ves a tu hijo de 2 años y tú con casi 40 en el paro, no hay opción al desánimo ni a rendirse ni a pensar en voy a probar y a ver si entro en bolsa aunque sea.
Siete años más tarde, soy delegado sindical de CSIF y además soy preparador de oposiciones. Si esto me lo dicen hace 9 años me habría echado a reír.»
Interina, 36 años, ha aprobado Gestión
«Estudié Derecho pero no soy una alumna sobresaliente. Sin embargo, me considero una estudiante constante. La carrera de 5 años, la terminé en 7 años y medio. Después estuve dos años en un despacho y otros dos en un banco. Me echaron por la crisis (en realidad es que no me renovaron a los dos años de prácticas). Luego trabajé otros 6 meses en otro banco y tampoco me renovaron y fue cuando decidí ponerme con estas oposiciones.
Soy interina desde hace unos cuatro años. La realidad de la bolsas de interinos, al menos en ámbito Ministerio, no es la que se cree. Cuando trabajas un año y cesas, te colocas al final de la bolsa y no en tu posición, con lo cual en muchos casos te vas una larga temporada al paro. En mi caso un año hasta que me volvieron a llamar.
Convocatoria 2015
Aproveché ese año para ponerme en serio, me fui a vivir con mi novio y estudiaba mañana y tarde, más o menos de 9 a 13 y de 15.30 a 20. Findes libres hasta que salió la convocatoria, que sólo me tomaba los domingos. Estoy hablando de la convocatoria de 2015.
Me preparé con una academia a distancia y me organizaba yo con los horarios. El resultado fue, que suspendí el tercero de Gestión (caso práctico de preguntas cortas), la mecanografía de Tramitación (éste me lo merecía, apenas lo practiqué porque fue una semana justo después del ultimo de Gestión, y me había centrado en ese, porque estaba en posición de plaza) y en Auxilio en Cataluña, tuve un 90 en el test y otro 90 en el practico (se aprobaba con 90,25). En resumen, año y medio tirado a la basura (o eso pensaba).
Me hundí. Creo que sino hubiese sido por mi novio, familia y las pocas amigas que me quedaron después de más de un año dedicado a la oposición lo hubiese dejado.
Entonces me llamaron de la bolsa, y me tuve que separar de mi novio 700 km. Además de suspender ahora una relación a distancia, pero muy feliz por trabajar en Justicia.
Y vino una larga espera con rumores de cuando serían los exámenes, cuanto más se retrasaba más me desmoralizaba. Seré sincera, no me volví a poner hasta que los rumores fueron serios, esto es, septiembre del año pasado, aunque no lo dejé, siempre echaba aunque fuese una hora de tests.
Entonces volví a empezar en serio, y me dí cuenta de lo importante ya lo había hecho. Pues aunque no recordaba plazos o recursos, los temas estaban ahí (no fue un año tirado a la basura).
Organización del estudio
Esta segunda vez, me prepare sola (he estudiado Derecho) porque no tenía tiempo para ir a una academia.
Yo me organizaba por bloques. Y los bloques pues depende: Contencioso en una semana, Laboral en otra, Civil en tres, Penal en tres y la primera parte que siempre la he odiado, la llevaba aún mas repartida, y me obligaba a mirarla, pero me costaba mucho.
Tenía una libreta de errores. Y anotaba los errores de los tests y la completaba. Ejemplo: fallaba en un plazo de las medidas cautelares, pues hacía un mini esquema. Esa libreta la repasaba mínimo una vez a la semana y cada vez añadía más.
Cuando salió la convocatoria fue lo más duro. Me levantaba a las 5 repasaba lo del día anterior. Me iba a trabajar. Volvía y a las 16 horas, me ponía. Lo que hacía de 15 a 16 dependía de mí (comer, recoger pues vivía sola, mini siesta…) y de 16 a 21 estudiaba. Por ley y los temas resumidos. Y de 22 a 23.30 hacia test (o me leía mi libreta de errores si estaba muy cansada). Sólo descansaba cada 15 días, desde el sábado por la tarde al domingo, porque venía mi novio (relación a distancia).
Un apoyo importante
Lo pasé muy mal. Es muy duro trabajar y estudiar. Pero aquí apareció mi amiga. La conocí cuando fui a leer el segundo de Gestión en la convocatoria anterior. A un opositor sólo lo entiende un opositor. Amigos, familia y pareja te apoyan, pero entenderte sólo un opositor. Ella estaba como yo, había suspendido también la anterior convocatoria y estaba de interina. Si no fuese por sus mensajes o llamadas a las 5 de la mañana muchas veces no nos hubiésemos levantado.
Convocatoria 2018
Y empezaron los exámenes. Me quedé a 0.25 del primero de Gestión y en Auxilio me quedé a 0.75. La historia se repetía, y encima estaba vez no había ni aprobado los primeros.
Y llego el día, ese día se sabe, el cuerpo te lo dice: 12 de julio. Tenía un presentimiento. Mi grupo favorito actuaba. Lié a mis compis de curro para ir. Estaba feliz y nerviosa. Una tontería por que he visto a ese grupo unas 20 veces. Iba de camino, cuando mi amiga me mandó un whatapp a las 19.30 y me dijo: ¡¡Han salido!!! ¡¡He aprobado!! Hay una que se llama como tú, pero no me acuerdo de tu apellido. En ese momento pasé por todas las sensaciones, creo que mi corazón se oía a 700 km. No atinaba abrir la lista, buscarme… pero ahí estaba mi nombre en personas que han aprobado el proceso selectivo. La pesadilla había terminado. Llore, reí, llamé a todo el mundo.
Creo que todo el mundo se merece vivir esa experiencia una vez en su vida.
La gente que se queda a las puertas, son los que entran en la siguiente, ya que se han quedado los primeros. Como cuando un portero en la discoteca para la entrada justo delante de ti, cuando la vuelve abrir, los que estaban en la puerta son los que entran.»
¿Qué os ha parecido este segundo post sobre experiencias? Estoy preparando otro con dos historias más 🙂
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